¿Recuerdan que el post de hace dos días me sentía frustrada por no encontrar trabajo?
En realidad no es como que les vaya a contar que encontré trabajo y todo es rosas y bombones, no, pero ayer estaba haciendo la ruta con mi madre por la mañana cuando me llamo su jefe. Mi mamá trabaja en un colegio, así que el jefe me llamo para preguntarme si podía hacer un reemplazo. Cabe aclarar que no soy profesora, pero el reemplazo era para ayudar a la profe de preescolar con los niños y como ya lo había hecho una vez me volvieron a llamar.
Y como con la plata baila el perro, fui a hacer el reemplazo.
En realidad me gusta mucho trabajar con los niños, son hermosos y es mi campo. También a veces son difíciles pero en realidad yo no soy la profesora titular, así que la profesora los maneja por mi, yo solo ayudo.
Fue un día largo porque me fui directamente después de hacer la ruta por la mañana. Primero estuve sola con los niños de transición, que aunque ustedes no lo crean son mas difíciles que los niños pequeños. Luego fui a trabajar con los niños de prejardín y jardín, que son divinos, porque son los mas chiquitos y por lo tanto los mas tiernos.
Fuimos a ver los caballos, porque acababa de nacer una potranca. Según las profesoras la llamaron AGUA, pero según mi madre y mi hermana se llama WAYU, no se a quien creerle. Después del desayuno algunos niños se fueron a natación y me quede con 5 de los chiquis, así que nos fuimos al otro salón de jardín, donde hay niños mas grandes.
Dibujamos un rato y luego fuimos a contar algunos cuentos en el lago, cabe aclarar que es un colegio campestre, también hay mucho bichos por cierto.
Mas tarde llegaron los demás niños de natación y ya era hora de arreglar algunos niños que se iban a las 12 para sus casitas. Como yo no iba a almorzar, me explotaron y me enviaron en la ruta con los niños.
La ruta mas larga de la vida, mas larga que la mía y es mucho decir, da demasiadas vueltas, y a parte de tener una ruta, ahora hice dos. Pero bueno, se lucha.
Lo bueno es que se me pasa el tiempo super rápido ayudando a los niños. Cuando menos pienso es la hora del desayuno, luego el almuerzo y así como así se acaba el día.
Cuando volví de la ruta ya eran mas de las 2 y tenia que hacer la ruta que hago normalmente, pero para ese entonces ya estaba muy cansada. Trabajar con niños es realmente agotador, porque siempre están de un lado a otro y por ende tu también tienes que estarlo, igual me gusta, pero como no estoy acostumbrada a eso desde hacer un rato ya, me cansa demasiado.
Cuando llegue a mi casa, estaba mas cansada que un cansado, tenia sueño porque no había tenido mi siesta mañanera, me dolían las piernas de tanto caminar y tenia muchísima hambre.
Como el hambre es un arma poderosa, lo único que hice fue ir a comer con mi hermana, si hubiera podido chasquear los dedos y tener la comida en la mano, lo hubiera hecho, pero como no es posible, me toco ir a comprar comida.
El punto de este post es que cuando uno menos se imagina las cosas te llegan y hay que ser agradecidos. Hoy fue un día de lo mas normal, tan solo edite el vídeo que verán mañana, ya veremos que mas nos depara la vida.
Jessi S.
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